sábado, 5 de febrero de 2022

Libro Mujer no sé si contarte


 

Si la poesía no existiese dónde cobijaríamos nuestra soledad nosotras las amantes, las jóvenes eternas, las pieles permeables al dolor. Si la poesía no existiese, ¿Que sería de ella?

Mujer vibrante, capaz de remecer mi historia con sus telares de letras. A ella le conocí siendo yo muy joven y en su mirada quise verme como adelantando el futuro. Ahora, al leer; “Mujer, no sé si contarte”, un coro de mujeres que antes fueron silentes me despiertan del reposo y en su apasionado peregrinar, les hago camino. Que bella es la poesía, pienso, y más bella aún si esta tiene alma de mujer y cuerpo de mis tierras amadas del sur.

Atte,

Susana Castillo Cid- Antropóloga y poeta feminista, Valdivia.


link de interés: https://revistalasraices.cl/protagonistas-culturales


Consultas y valores: jackielagos@gmail.com







 

martes, 8 de mayo de 2018

Comentario del libro, Mujer, no sé si contarte

Libertad
junto al mar
arropada
siento la distancia,
como un ángel caído
cual Zahir esperado
silencio
insondable;
brújula sin estrella Soy
versos robados,
salados
hablan bajito
locas utopías
soles y ocasos
noches,
miserias y virtudes
Llegan sombras
Suelto el puño
despierta
y el canto de mi abuela
me constela
“aquí estoy, aquí estoy”

Quiero decirles que tuve la oportunidad (privilegio), de presentar este libro en Osorno después de haberlo leído un par de veces mientras viajaba a distintas partes en un tiempo de agobio y de alteraciones con mi alma. El libro llegó a mis manos por casualidad, al hojearlo encontré ahí justo lo que buscaba. Una voz intrínsecamente femenina hablándoles a las mujeres desde lo ancestral. Una voz que a ratos se perdía en un conjuro, en un acto solemne, en un rito ... palabras venidas, dibujadas acá, allá, entrecortaban pedazos de poemas diciendo mujer es tu hora despierta, toma el universo camínalo, escríbelo, encuéntrate! Cada hoja tiene una cita importante que no te deja avanzar sino te detienes a darle vueltas y vueltas. Enriquece el mundo femenino con veracidad ... yo me conmuevo. A ratos cierro los ojos y veo el sur y sus mujeres, sus luchas, sus cabelleras, sus raíces que son parte mía también, me digo. El sur no es otro país sino el nuestro y allí las mujeres combaten el frío, la lluvia, se nutren de bosques, de ríos, de volcanes, de la tierra. La tierra que es nuestra también porque el sur no es otro país sino nuestro. Entonces veo esas mujeres y las reconozco y sigo avanzando en este libro y me reconozco. Tanto que dicen, tanto se escribe, tanto... y es tan simple ... Acá la autora lo proclama, lo divulga, lo hace vivo y lo esparce.
MUJER NO SÉ SI CONTARTE, de Jaqueline Lagos, de la ciudad de Osorno.

"El chamán lagrimea limpiando el costado izquierdo,
ese que aloja el dolor de todas, va tocando espaldas
como un instrumento y va pidiendo perdón en nombre
del hombre, “que la vida alcance a reparar el daño causado”
susurra el humito que va subiendo al cielo. Llora
conmovedoramente, hasta que sus lágrimas se mezclan
con el agua que pisan sus pies."

Escrito por : Ivonne Díaz Cornejo

* IVONNE DÍAZ CORNEJO
Novelista, cuentista, poeta…Ha publicado seis libros, los cuales son difundidos en la región de O’Higgins y fuera de ella. Gestora y difusora cultural; creadora de tres agrupaciones literarias y dos programas radiales para fortalecer la literatura femenina. Participa en variadas antologías con otros poetas de la región. Gestiona y organiza veladas literarias, conciertos musicales, exposiciones, etc. junto a poetas, músicos, cantores, payadores cuya finalidad es difundir la poesía. Trabajó como facilitadora proyecto Ciudadanía Cultural Local del Centro Cultural Hablando lo Vivido, Rancagua, en la recopilación de historias contadas por gestores, líderes y dirigentes de juntas vecinales, agrupaciones culturales, deportivas, políticas, etc. que aportaron al desarrollo de la ciudad, historias que fueron impresas en un libro financiado por CORE gobierno Regional. Motiva y aporta a la edición de libros de autores emergentes para dar a conocer sus obras. 

martes, 17 de abril de 2018

Libro: Mujer, no sé si contarte


Querida Jackeline:
He leído por segunda vez tu libro. He releído algunas páginas varias veces, algunas buscando el sentido de lo que compartes, otras constatando el ajustado calce de las historias de mujer.
De la lectura, me hace falta ritmo. Esto lo digo desde la intuición, sin ninguna técnica que yo al menos conozca.
Desde el inicio y hasta la página cuarenta y seis, las historias se agolpan una tras otra y no logro encontrar la armonía entre ellas. Es como si cada historia quisiera ser la primera o la última. Luego, cuando evocas el viaje, pareciera organizar lo ya leído, hacia una nueva luz. Comienza un pulso:
“las puertas del corazón abiertas es lo que cuenta”.
En mi lectura, aparece la nueva mujer, la que se reinventa, la que descubre el poder, el de conocerse a sí misma.
De los pasajes favoritos, puedo destacar:
“Restauraré el cuento con otros protagonistas, caminando de frente. Cuando se abra el telón, estarás en primera fila.”
Vuelvo a encontrar que el tiempo es circular, las historias se repiten una y otra vez, ubicándonos en posiciones distintas. ¿Qué hacemos con ello?
“Soldé mis resortes quebrados
Planté lunas nuevas en el patio
El sol baña un corazón acongojado
Y puede volar
Amando, dando.
Siendo parte del Todo”
La supremacía del amor, el valor de la restauración, lo infinito del Todo.
“Quien no comprende el lenguaje de la tierra, no podrá
saber cómo fluyen las mujeres cuando se juntan a urdir
lo que florecerá mañana.”
Para mi gusto, aquí coronas el libro. Esto es.
Besos y abrazos.

Imagen: Mónica Endress B.

ESCRITURA VIVENCIAL



martes, 31 de octubre de 2017

Mujer, no sè si contarte

Mujer, no sé si contarte.
Leí y no me sorprendió para nada tu nivel literario, la infinidad de metáforas entremezcladas entre el amor, el desamor y ese grito muchas veces ahogado de comprender lo que quieres contar. Cito lo que me provoca el resumen de tu exquisita dialéctica: 
"Salgo al mundo nauseabundo, inerte. 
Al tiempo robado voy esculpiendo páginas blancas arropadas
en un precipicio interminable.
Sola y rota
Va el alma a cuestas. 
Una luna huérfana recoge a tientas
a la manada que me espera".
Por más que parecieras empeñarte a blasfemar contra un mundo machista, y que a pesar de todo liberas muchas emociones retenidas, pareciera que no lo logras del todo. Pero ahí está tu grito, qué encierra, Mujer no sé qué decirte.
Atentamente
Jaime Leòn Cuadra (Escritor.Editor)




miércoles, 26 de julio de 2017

miércoles, 12 de julio de 2017

Reseña del libro: Mujer, no sè si contarte

"A Jacqueline Lagos, la conocí hace un par de años atrás, y puedo decir que sin lugar a dudas mi vida cambió al verme reflejada en sus ojos. Mi corazón comenzó a latir más rápido con sus enseñanzas. Mis sueños volaron lejos, muy lejos, mi útero comenzó a sanarse, y mi espíritu agotado de tantas batallas comenzó a retomar sus fuerzas.
Jacqueline es una mujer con la capacidad de trasformar los ambientes, de ponerle magia a las cosas, a los lugares, de dar tranquilidad en espacios llenos de ira, Jacqueline llena de amor cada instante que pasas junto a ella, Jacqueline es amor.
El poder trasformador y amoroso de Jacqueline se ve reflejado en cada una de las palabras y escritos que se encuentran en este libro. El título ya es llamativo, pues invita a las mujeres a indagar en lo más profundo de su ser, involucrándose en las sombras y en los lugares más oscuros, permitiendo también iluminar esos lugares.
El libro, invita a las mujeres a conocerse, a contarse a sí mismas, a preguntarse que han aprendido en el camino, que han temido, que han soñado, que han dejado atrás. Es un libro lleno de símbolos y de rituales, es un libro profundamente feminista, revolucionario y subversivo en su forma y en su fondo. Al leerlos trajo a mi mente todos mis fantasmas, todas mis esperanzas, todos mis sueños. Al leerlo, emprendo un viaje, en donde me sentí insurrecta, la oveja negra de la familia, la rechazada, la rebelde, la loba indomable, me sentí silencio, y me sentí mujer.
Viaje a mi infancia, me sentí recién nacida, inocente, ignorante, pobre y miedosa. Me sentí mujer joven, recibiendo mi luna roja por primera vez, me sentí amante y amada, me sentí intuitiva, me sentí mujer, pero una mujer salvaje.
Y después de ese viaje a mi pasado, a mi historia, retorné a mi presente, a este presente fuerte y sabio en el que estoy. A partir de este texto, inicié el camino hacia el crecimiento personal. 


Es un libro que invita a reconectarte con tus ancestras, con la memoria hilandera que está en nuestro ADN, invita a tejerse entre mujeres medicina, con el poder de la madre tierra y abuela luna. Es un libro que invita a las mujeres a conectarse con otras mujeres, a vernos reflejadas en la otra, a seguir el camino de las hermanas, a formar manada.
Agradezco a Jacqueline por entregar este libro, que constituye un insumo para que todas las mujeres podamos entrar en el camino sagrado de la sanación espiritual, agradezco porque nos reflejamos, porque nos leemos, porque nos identificamos en tu relato, porque siento que a partir de este libro nos reconectamos con la esencia sagrada del corazón de mujer".
Catalina González M.
Trabajadora Social
Mención en Desarrollo Comunitario y Gestión Local
Postítulo en Género, con especialización en Políticas Públicas y Salud



lunes, 10 de julio de 2017

Mujer, no sé si contarte...


"Este libro nace desde lo vivencial, desde la pena o esa rabia flagelante de ver y sentir aún tanta injusticia, con nosotras. Lo hermoso es que no nace de la desolación, nace de estar juntas, en manada, del colectivo comunitario. Desde la reparación de aquellos hilos rojos, donde atentas buscamos un nuevo entramado siempre. Tengo la dicha de poder constatar todo eso, de cómo buscamos esa ansiada equidad-igualdad, o esa tan necesaria higiene mental, en medio de tantos valores trastocados y manipulados, alejados del verdadero sentido común.
Creemos y siento que toda persona debiera buscar esa justicia ideal más allá de intereses personalistas. Las mujeres crecemos, nos desarrollamos en el co relato, ahí nos vamos formando. Sola no hago mucho, insisto, el sentido está en lo colectivo, en la manada, en la fraternidad entre mujeres. Es ahí donde podemos preservar nuestra integridad. Y como dijo Clarissa Pinkola Estés: “Es en esos momentos en el que se ama el alma más allá de nuestras equivocaciones y de lo terrenal…No es fácil madurar en este sendero de búsquedas, pero una vez que lo logras nace un gran amor por ti misma que se basa en la dignidad y en el respeto”
Gracias doy a todas las mujeres que han surcado mi cielo, me siento honrada de cada relato y acompañamiento recibido,  sin más interés que la sagrada sintonía de las sincronías, de un caminar descalzo, por ese sendero tantas veces vedado: esa libertad de sentirnos despiertas, amadas, con alegría. Y porque no decir esa decisión política, llamada autonomía. Gracias  al linaje sobreviviente, a una lista interminable de Brujas, Gran Diosas, Machis, Curanderas, Magas y Chamanas. Y al último hombre que estoy amando…"



Mujer no sé si contarte…
Los clavos oxidados de las paredes que me habitan se niegan a abandonarme.
Yo nací como  niña arrinconada, en otro tiempo, engendrada entre cristales blanquecinos, en medio del bosque, paliando penas maternas, nací a destiempo, sin padre, nací bien o mal parece, hace poco. Ahora en un laberinto nazco pariéndome madre, de abuela, de  hija no nacida, nazco una y otra vez.

Mujer, no sé si contarte…
Nací de órbitas, de sueños que hiló Ella, de su vientre amado  dice, del instante. Nacer de nuevo, de cabeza, de hombros, de pie, de manos, de ojos.
Mujer, no sé si contarte…que
Me acuerdo de mi abuela, cuando tejió un calzón de lana rojo, para sanarme de  cistitis, de sus empastes cuando caí del cerezo y todos pensaron que había muerto.
Me acuerdo cuando nacieron los hijos, el primero, el segundo, de dibujos cuando llegaban de la escuela, cuando tiraban mochilas al suelo, de ese abrazo nítido me acuerdo.
Mujer, no sé si contarte…que
Me acuerdo de la muerte rondando a las mujeres de mi casa, del  pijama que llevaban puesto, de los cristales rotos, de sus mejillas lavadas, de ojos empapados como espejos, de temblores en las manos, de cicatrices que sentía cuando les trenzaba el pelo.
Y no sé si contarte…que también me acuerdo la primera vez que me robaron un beso, llevaba yo un pañuelo rojo en el cuello…

 Mujer, no sé si contarte...
“Sal del agujero y baila conmigo”

 Gentileza de Tatiana Torres Vargas